Este martes se cumple una
década del título local con el que Racing cortó la sequía de 35 años sin
título. Para recordar aquel Apertura, para recordarlo Merlo, Campagnuolo,
Vitali, Chatruc y Ubeda se reunireon y revivieron aquel titulo.
-¿Qué tenía ese equipo? Merlo: -Estoy totalmente agradecido a ellos (señala a los jugadores). Fue un equipo con sacrificio, técnica y, sobre todo, un espíritu ganador bárbaro. Hubo jugadores muy profesionales, compenetrados en ganar el título. Estos jugadores superaron una presión que no sé si yo hubiera superado. Tardábamos hasta una hora en llegar en micro desde la bajada del puente Pueyrredón al estadio, que estaba a seis cuadras. La gente se nos arrodillaba pidiendo el campeonato.
-¿Qué otros momentos se te grabaron?
M: -El día que empatamos con Banfield en la cancha de Huracán. En mis cálculos yo pensaba salir campeón contra Lanús. A ellos no se los decía para que no se relajaran. Ese día, en el campo, le dije a Tití Fernández que saldríamos campeones. Y en el vestuario les repetí eso a los muchachos. River, encima, había ganado y se nos puso a tres puntos.
-¿Qué generaba Mostaza en el grupo?
Ubeda: -En el semestre anterior al título habíamos vivido un cosa muy fuerte junto a José (Chatruc). Nos jugábamos muchas cosas por estar con la Promoción tan cerca. Eso fortaleció el vínculo de Mostaza con la gente, que empezó a creer en nosotros. Fue muy difícil. En ese campeonato nos puteaban a todos.
M: -En un parate que hubo en ese torneo, dije que Milito en cualquier momento iba a explotar por más que errara muchos goles. Un día, cuando salimos del túnel, la gente me gritaba ´hijo de puta, ¿cuándo va a explotar Milito´. En ese primer torneo necesitábamos 29 puntos para zafar de la Promo.
U: -Y en la última fecha jugábamos contra Independiente. Así que los hinchas de Independiente hinchaban las pelotas diciendo que nos iban a mandar a la B.. Pero un par de fechas antes, contra Central, quedamos afuera.
M: -Volviendo al primer torneo, un día antes de jugar con Unión, Canobbio me dijo: ‘Ando con un dolor acá´. Yo le pedí que no hiciera nada. Tenía problemas porque Rueda o el Chanchi, no me acuerdo, estaba suspendido. En la charla técnica, la delantera era Estévez y Milito. En un momento golpeó la puerta el médico (Miguel Khoury). Pensé que era una joda de estos hijos de puta (señala a los jugadores). Ese día debíamos ganar o empatar porque al otro jugaba Argentinos. El doctor me dijo: ´Milito tiene gripe´´. Le dije esto al médico: ´Escuchame una cosa, no tengo jugadores, ¡dale una cortisona o cualquier cosa!´. Si perdíamos se nos complicaba todo. Mucho más a mí.
-¿Y qué pasó?
M: -Cuando estábamos jugando, desde el banco me dijo: ´Ya estoy para entrar´’. Le contesté: ‘Ahora esperá’. Como nos pelotearon e íbamos perdiendo 0-1, lo mandé a la cancha e hizo el gol del empate. Al otro día Argentinos perdió, después le ganamos a Central y nos salvamos de la Promoción.
-En el torneo del título, Chatruc tampoco fue titular en un partido contra River.
-M: Claro, porque se cagó y se hizo amonestar para llegar a cinco amarillas. No jugó el clásico...
Chatruc: -¿¡Qué me voy a cagar?! Pasa que el equipo era tan bueno que hasta podía jugar sin mí, je.
-Pelotín, vos jugaste casi todo el Apertura.
Vitali: -Aquél (Mostaza) estaba en todos los detalles. Siempre acertaba. Yo jugué todos los minutos del campeonato, menos los últimos contra Colón. Me sacó y entro Maceratesi, que hizo un gol (Merlo guiña un ojo).
-¿Otros aciertos de Mostaza?
Campagnuolo: -Sí, esto nunca lo conté: antes del partido con Colón, nos reunió y nos dijo que si ganábamos seríamos campeones. Yo no lo podía creer porque iba casi la mitad del torneo recién.
M: -Lo dije porque era el rival más duro y estaba muy bien trabajado por Fosatti. Fue un 2-1 tremendo.
-Mostaza, ¿Chatruc te hizo renegar mucho?
M: -Mirá, este pelotudo ahora anduvo contando intimidades en Pura Química (programa de ESPN+). ¡Sos un hijo de puta! Contó la pelea que tuvo con Bastía.
-¿Cómo fue eso? Ch: -En el 4-1 a Gimnasia, me quedé atándome los cordones, hubo un descuido y llegó el gol de ellos. Bastía me dijo: ‘Sos un hijo de puta, mirá la cagada que te mandaste´. Le dije: ‘Callate, paisano’. Se re calentaba. Cuando hice el tercer gol, lo fui a buscar a él. Después, en un entrenamiento previo a Vélez, nos agarramos a las piñas. ¡Nos tuvieron que separar entre varios! C: -Yo no podía creer lo que veía.
-¿Qué pensaron cuando se decía que el partido con Vélez pasaba para febrero?
M: -¡Me quería volver loco! Por suerte se pudo resolver todo y se pudo jugar sin problemas.
Ch: Sabíamos que la situación era muy complicada, pero hubo decisión política para que se jugara. Era una locura atrasarlo. Aunque creo que los únicos que en esa época podían festejar eran los hinchas de Racing.
C: -Nosotros sólo queriámos definirlo.
-¿Cómo veían a Milito en esa época?
-C: Tenía 22 años y un potencial enorme. Tenía cosas de Francescoli, Mostaza siempre remarcaba su calidad y lo que podía llegar a crecer. Se dio así.
-M: Sólo le faltaba tranquilizarse, se perdía goles por milímetros. Maneja los dos perfiles, se puede mover por adentro y por afuera, tiene zancada larga, cabezazo y pegada. En Italia alcanzó un nivel sólo para elegidos.
-Ch: Todos, salvo Milito, logramos en Racing un nivel que no pudimos repetir en otros lados. Ese era un equipo solidario, con comunión adentro y afuera de la cancha.
-¿Qué aportó el Mellizo Barros Schelotto?
-U: Cuando el Melli llegó, se puso a elongar solo, lejos del resto. Cuando trotábamos alrededor de la cancha, él iba solito adelante. ‘Qué quilombos vamos a tener con este tipo’, pensamos.
-¿Y cómo siguió todo?
-U: Cuando ya nos habíamos consolidado arriba, nos reunió y dijo algo que nos marcó. Nos contó que en la vida de un futbolista puede haber muchas chances, ninguna o sólo un par de salir campeón, que jamas se iba a olvidar de cómo se le había escapado el Clausura 95 con Gimnasia. Por eso remarcó que nos aferráramos a ella. Nos emocionó y comprometió aún más.
-¿Y el Chanchi Estévez?
-Ch: Ufff, tremendo... Cuando dijo en una nota que Cardetti era cornudo luego del 1-1 con River, llegó al vestuario y le dijo a Campa: “Me parece que me mandé una cagada”.
-¿Cómo fue que llegaron Bedoya y Viveros?
-M: Los conocía de mi paso por Colombia. Lo de Viveros fue raro. Lo había visto mucho más flaco y vino a Racing con algunos kilos de más. ¡Un orto tenía! -Ch: Tiraba paredes al milímetro, te la daba siempre redondita y al pie. Pero tenía un culo grande como un baúl. Decía que estaba en peso. Y yo le decía que estaba en peso... pesado.
-C: ¿Y lo de Arano? En el último partido, Chiche, fana de Racing, le pidió a Mostaza que al menos lo pusiera un minuto. Y así fue. Jugó un minuto y dio la vuelta olímpica.
Merlo, como en aquella época dorada, sigue manteniendo esa relación fraternal con sus ex jugadores. Fue como un padre para ellos. El padre de la gloria. Parece que fue ayer.
-M: Sólo le faltaba tranquilizarse, se perdía goles por milímetros. Maneja los dos perfiles, se puede mover por adentro y por afuera, tiene zancada larga, cabezazo y pegada. En Italia alcanzó un nivel sólo para elegidos.
-Ch: Todos, salvo Milito, logramos en Racing un nivel que no pudimos repetir en otros lados. Ese era un equipo solidario, con comunión adentro y afuera de la cancha.
-¿Qué aportó el Mellizo Barros Schelotto?
-U: Cuando el Melli llegó, se puso a elongar solo, lejos del resto. Cuando trotábamos alrededor de la cancha, él iba solito adelante. ‘Qué quilombos vamos a tener con este tipo’, pensamos.
-¿Y cómo siguió todo?
-U: Cuando ya nos habíamos consolidado arriba, nos reunió y dijo algo que nos marcó. Nos contó que en la vida de un futbolista puede haber muchas chances, ninguna o sólo un par de salir campeón, que jamas se iba a olvidar de cómo se le había escapado el Clausura 95 con Gimnasia. Por eso remarcó que nos aferráramos a ella. Nos emocionó y comprometió aún más.
-¿Y el Chanchi Estévez?
-Ch: Ufff, tremendo... Cuando dijo en una nota que Cardetti era cornudo luego del 1-1 con River, llegó al vestuario y le dijo a Campa: “Me parece que me mandé una cagada”.
-¿Cómo fue que llegaron Bedoya y Viveros?
-M: Los conocía de mi paso por Colombia. Lo de Viveros fue raro. Lo había visto mucho más flaco y vino a Racing con algunos kilos de más. ¡Un orto tenía! -Ch: Tiraba paredes al milímetro, te la daba siempre redondita y al pie. Pero tenía un culo grande como un baúl. Decía que estaba en peso. Y yo le decía que estaba en peso... pesado.
-C: ¿Y lo de Arano? En el último partido, Chiche, fana de Racing, le pidió a Mostaza que al menos lo pusiera un minuto. Y así fue. Jugó un minuto y dio la vuelta olímpica.
Merlo, como en aquella época dorada, sigue manteniendo esa relación fraternal con sus ex jugadores. Fue como un padre para ellos. El padre de la gloria. Parece que fue ayer.