jueves, 24 de noviembre de 2011

Vienen tres años de mucho trabajo y gestion


Más allá de lo futbolístico, en Racing se vienen elecciones. El candidato de Racing Sigue es Gastón Cogorno.
En cuanto a sus propuestas, tiró: “Nosotros buscamos tener un plan a cinco o diez años, y para eso hay que invertir en inferiores e infraestructura. A partir de diciembre no termina ni empieza nada, debe ser una continuidad”. Y agregó: “Los que vienen son tres años de mucho trabajo y gestión. Rodolfo Molina es de una gran ayuda para nosotros, porque conoce el día a día”.
“Racing es un club ordenado, equilibrado, apetecible para conducir. Tiene un pasivo razonable por el crecimiento que tuvimos en estos años; es un pasivo sano. Tenemos un plantel competitivo, no tenemos cheques rechazados, todas las áreas del club funcionan y no hay sueldos atrasados”, mencionó.
Pero por supuesto que también habló del fútbol: “La sensación es que estábamos para un poco más. Estamos equilibrados, pero nos falta peso ofensivo. Aunque eso se logra con trabajo, manteniendo la base del plantel y dándole apoyo al cuerpo técnico. Pero si me decís que tenés un equipo que está invicto, segundo, con chances de entrar a una copa, dámelo, yo lo agarro”.
Aprovechó la oportunidad para desmentir un posible candidato suyo para ocupar el cargo de DT: “No sé por qué dicen que Basile es mi candidato.  La intención es respetarle el contrato al técnico que está trabajando”.
Para cerrar, habló del Teo Gutiérrez: “Con Teo tomaremos la decisión que corresponda cuando llegue el momento. Nosotros tenemos un porcentaje y los derechos federativos, y si lo vendemos queremos que nos deje un rédito económico”.

No es ningun pirata


Simeone realizará tres cambios para recibir a Belgrano e intentar olvidar una semana muy tormentosa. Teo y Pelletieri se quedan afuera por las rojas ante Boca y Licht fue descartado por un esguince de rodilla. ¿Llegará la calma?
Lejos, fue la peor semana de la Academia desde que Diego Simeone asumió en su cargo. Discusiones internas, el faltazo de Teo y sus durísimas declaraciones contra el actual entrenador, y las infaltables respuestas del plantel. “Así Racing parece un teatro de revistas”, soltó Gabriel Hauche. Y esta obra, a poco de arrancar el verano, empieza a cambiar algunas figuras.
En el entrenamiento del jueves, el Cholo comenzó a diagramar el equipo para recibir el sábado a las 19.10 a Belgrano de Córdoba. La Acadé necesita un triunfo que enmudezca las quejas al menos por una semana, y para eso prepara tres cambios con respecto a los once que empataron 0-0 con Boca.
Toranzo ingresará por Pelletieri y Lugüercio será el reemplazante de Teo Gutiérrez, ya que ambos jugadores vieron la roja ante el Xeneize. El otro cambio también será obligado, porque Licht fue descartado por un esguince de rodilla y su lugar será ocupado por Marcos Cáceres, que jugará como central para que Cahais pase al lateral izquierdo.
Así, con estos tres cambios, los once que recibirían a Belgrano serían: Saja; Pillud, Matías Martínez, Marcos Cáceres, Matías Cahais; Toranzo, Yacob, Lucas Castro; Gio Moreno; Lugüercio y Hauche.

Lo reto en chino


Tras una charla dura, Gutiérrez se disculpó; aunque por antecedentes nadie arriesga que no pase de nuevo.
A las 9.10 ya estaban todos los autos en el playón del Cilindro. Si bien la citación era para las 9.30, los jugadores de Racing entendieron que el de ayer no sería un entrenamiento de rutina. Ya en el vestuario, esperaron la llegada de Rodolfo Molina para comenzar a discutir lo sucedido durante los últimos días. El principal malestar: Teo Gutiérrez. El primero en pedir la palabra fue el presidente. Disgustado porque las diferencias se hicieron públicas y terminaron en un escándalo, pidió mantener la intimidad puertas para adentro. Minutos después, cerca de las 9.30, fue Simeone quien sin perder la compostura trató de encontrar explicaciones a tanto alboroto. De ahí, el Cholo se fue con su cuerpo técnico hacia la cancha auxiliar, como había hecho tras el partido en San Juan, y dejó que los jugadores arreglaran sus diferencias entre ellos. Durante media hora, en la que muchos integrantes del plantel levantaron la voz al mismo tiempo, el más oído fue Sebastián Saja. El arquero, de gran ascendente sobre el grupo y convertido en líder desde su llegada, también fue de los más molestos por todo lo que habló el colombiano. El ex San Lorenzo, cultor del perfil bajo, fue el primero en cruzar a Gutiérrez públicamente. “Los buenos jugadores deben jugar y entrenar”, fue el palito que le envió a su compañero. Claro que su malestar ya venía desde tiempo atrás, cuando el goleador se negó a acompañar a sus compañeros a San Juan. ¿Cuál fue la respuesta de Teófilo? Con tranquilidad, se disculpó con todos y no mucho más. Sus compañeros, incrédulos porque los antecedentes de pedidos de perdón del colombiano no inspiran confianza, las aceptaron más por cortesía que otra cosa. A todo esto, la dirigencia, que no come vidrio, sabe que para que Teo siga, deberá lograr que cambie su perfil y se reconcilie sinceramente con sus compañeros. De hecho, hasta intervino en esta historia el principal candidato a ganar las elecciones presidenciales del 17 de diciembre, Gastón Cogorno: “Hay falta de profesionalismo en Teo, pero no lo culpo a él sino a su entorno. Acá hay que tomar al toro por las astas: no pedimos que sean amigos sino que sean responsables. Gutiérrez es un jugador importante y no lo vamos a regalar”.

Solo solito Cholo

El plantel mira mal las excepciones disciplinarias que el debilitado Cholo hizo con Teo. Encima, Molina lo responsabilizó por lo que pasó. ¿Tiene banca a futuro?
El partido contra Boca apenas fue la última irreverencia que Teófilo Gutiérrez tuvo para con sus compañeros. Diego Simeone lo supo siempre y dejó crecer un ego que se forjó a base de goles y que terminó por hacerse indomable. De los mimos y caprichos cumplidos de Miguel Russo a una excesiva tolerancia que hoy deja al Cholo más solo que nunca. A Teo lo mal acostumbraron, le hicieron creer que era capaz de manejarse a su antojo dentro de una convivencia de 30 jugadores y agarró el camino equivocado. Hubo silencio cada vez que llegó tarde a un entrenamiento, lo dejaron bajarse de un avión por estar “cansado” y le permitieron jugar el partido más importante del año con apenas un trotecito sabatino. Su estirpe de crack, de delantero estrella para nuestro fútbol, no debió resquebrajar algunas reglas que dentro del grupo son consideradas sagradas.
Lo que más molestó al plantel es que el técnico no fuera fiel a su línea de trabajo y convivencia. Desde el primer día que llegó, puso al entrenamiento como factor sine qua non para cumplir los objetivos. Con el trabajo en grupo como prioridad antes que cualquier nombre, no cayó para nada bien que decidiera poner a Gutiérrez como titular ante Boca y le haya dado algunos privilegios que no contempló con otros. Por caso, Toranzo tuvo que entrenarse en doble turno por haber faltado con aviso a una práctica. Decisión coherente con su pensamiento, pero que no aplicó con el colombiano.
Pero no sólo en el plantel está debilitada la autoridad del DT; también en la visión del presidente, Rodolfo Molina. El Cholo esperaba su respaldo y hasta una sanción a Teo, pero se encontró con un pelotazo en contra. “¿Simeone no lo supo manejar? No es matemático, sí opinable... Si uno toma en cuenta lo que estamos viviendo, la respuesta es obvia, la que todos imaginan: se podría haber evitado”, dijo Molina, quien pese al eufemismo, fue inevitablemente contundente. Y respaldar, como esperaba Simeone, fue lo que menos hizo...