Se consiguió
el aire necesario para encarar el resto del torneo y el clásico del sábado, por
eso se asoma una leve sonrisa en las caras y en el alma de los Racinguistas.
El primer
tiempo fue decididamente malo, un equipo sin ideas, sin juego, no se elaboró
una sola jugada limpia, ni nuestra ni de ellos. Primera parte malísima.
Vamos a la
segunda.
A poco de
iniciado, córner ejecutado por Villar –gran pegada del barbudo- y Ortiz, otra
vez, la clava magistralmente, 1 a 0 y a cobrar.
Racing, más
tranquilo intentó esperar y darle la pelota al rival, que no sabía que hacer
con ella, y dispuso de otras chances, no muchas, pero se puede decir que había
una sensación de que el segundo podía llegar en cualquier momento.
Sand, que
todavía no encuentra su mejor forma, hizo una jugada por izquierda, habilitó a
Centurión, que se saca de encima un defensor y saca un derechazo bajo, fuerte,
esquinado, y golazo, 2 a 0.
No fue que
nos haya sobrado nada, se hicieron dos goles, que no es poco, y se ganó en una
cancha siempre adversa, esperemos que sirva para levantar el ánimo de acá a lo
que viene, especialmente para el sábado.
En cuanto al
juego del equipo, se ve claramente
que sigue faltando, personalmente, no me
gusta que se “espere” a ver que hace el rival, porque si el rival tiene
variantes, es muy peligroso, demasiado. Ayer salió bien, por la torpeza de
Argentinos, y porque una se tiene que dar alguna vez, ojalá que de ahora en más
encontremos una forma de jugar que nos tenga como protagonistas y nos permita ganar, material hay, quizás
falte un jugador más en el armado.
El sábado, a
poner todo, a meter el alma y la vida para quedarnos con el clásico, este
equipo lo necesita, y lo necesitamos nosotros, una caricia para el alma que
vamos a saber apreciar y festejar; por eso, como terminó cantando la Número
Uno: “que
el domingo cueste lo que cueste, el
domingo tenemos que ganaaaaaar!!”
Es hora de
despegar.
Abrazo
Racinguista!!
Carlos Porcopio