Lo que vimos ayer no nos sorprende, es más, nos ratifica lo
que todos pensamos hace tiempo ya.
La defensa de Racing es la peor del campeonato, y no hay
técnico que pueda sacarle el más mínimo provecho o rendimiento, son jugadores
que no están a la altura no solo de jugar en Racing, sino, de jugar en
cualquier primera. Pifiadas, llegadas
tarde, desconcentraciones, muestras de poco compromiso, son falencias que, en
definitiva, terminan perjudicando notablemente la poca precisión y contundencia
que el resto del equipo pueda presentar.
En Rafaela se presentó un partido en el que el local,
obligadísimo por su posición en la tabla de promedios, debía salir a ganar, con
sus argumentos, pocos o muchos, pero fue un equipo convencido de que los tres
puntos debían quedar allí. Le dieron un penal raro, de esos que no se cobran (
a Racing por lo menos jamás) y se pusieron en ventaja, Racing de a poco lo
emparejó y empató, después de un desborde de Valentín, y Zucu, en posición de
“9”, facturó. No estaba mal el empate, es más, Racing se mostraba algo mejor al
finalizar los 45 minutos iniciales.
Continuó mejor Racing en el comienzo de la segunda parte,
mostrando una verdadera joyita de la cantera, Centurión, que iba y venía por la derecha, atrevido, imparable. Se
le sumaba Valentín, quién ya es una realidad, y algún pase de Gio en
profundidad a Castro, o a Viola, solo con eso, Racing era más que Rafaela .
En la salida de un córner, Castro le pega fuerte y
esquinado, y mete el 2 a 1 a favor nuestro, pero….
Inmediatamente empezó el show de la defensa (¿?), sacan del
medio y Nico Castro recibe en el área solito, entra fácilmente ante la mirada
atenta de Avel Daño y somete a Saja: 2 a
2…
Se vino Rafaela, entraban por donde querían, por el medio,
por los costados, todo era libre para los locales. Por la franja derecha,
Pillud una vez más, miraba como lo pasaban, por la izquierda Cahais lo mismo,
en el medio, lo de Avel Daño ya resulta hasta cómico, y Martínez hace lo que
puede (poco).
No extrañó que llegue el tercero de ellos, otra vez
Carignano por el medio, solito, sin marcas….
Racing empujaba sin ideas, y cada contraataque era medio
gol, hasta que se transformó el cuarto en otra jugada en la que Avel Daño
parado como una estaca, miró fijamente a González y éste, libre cabeceó, Saja
contuvo pero se le escapa, y el mismo delantero la empuja y chau, listo: 4 a
2.. Los defensores donde estaban? Ahí cerquita, pero mirando…
Por suerte, ya termina este calvario, una fecha y no los
vemos más (espero que sea así), recibimos a Vélez en la última, y a esta
altura, con no perder uno ya se conforma. Lo poco que se pueda hacer arriba,
enseguida los de abajo lo destruyen, a pesar de tener a Saja, que no es Superman.
Pare reflexionar en el receso que viene, este equipo no tiene defensa ni alma, se imponen cambios que deberán ser
fuertes y determinados, sino, vamos a volver a sufrir el próximo torneo.
Una Flor en el desierto: Ricardo Centurión. Hasta en las épocas
más duras y difíciles, suele aparecer una esperanza, y este pibe parece que va
a ser figura. Ojalá la responsabilidad de jugar con esta camiseta gloriosa, no
lo abrume. Cuidémoslo.
Abrazo Racinguista
Carlos Procopio
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