lunes, 4 de junio de 2012

Sajademia


Gran noche, heroica noche del Chino la de ayer, fundamental en la obtención del pase a la final de la Copa Argentina ante River, o Riber, como les guste más.

Y no porque haya sido demasiado peloteado, no, pero tapó durante el partido un balazo al ángulo que ningún otro arquero podría haberlo sacado, evitando el gol del rival, además estuvo seguro en todas las intervenciones cuando fue requerido, y en los penales, fue goleador y atajador. Monumental Chino!

En el transcurso del partido, volvimos a jugar mal, sin juego y con escaso peligro, podemos enumerar con los dedos de una mano las veces que llegamos con peligro al arco de enfrente, un par de asistencias de Viola, a Castro ambas, un par de contraataques de Valentín que moviéndose por las dos puntas, provocó faltas y amarillas para el rival. No pateamos al arco ni siquiera una vez.

Que Racing no tiene juego, ya lo sabemos, no descubrimos nada ahora, anoche Gio tuvo un buen primer tiempo, metió una asistencia perfecta para Castro -a quien le cometieron penal, no cobrado- e  intentó asociarse con sus compañeros, pero Castro está ausente, tibio, se saca la pelota de encima, no se compromete, en el zurdazo infernal que sacó Aguirre y el Chino le tapó, recibió la pelota mansita de CASTRO, increíblemente, muy flojo  lo del volante “ofensivo” ex Gimnasia, y ya sabemos que Zucu y Pelletieri están más para el quite que para llevar la pelota hacia adelante. Pillud fue paseado por Villalba, siempre desbordado, no quita ni se proyecta con criterio, su sector fue un pase libre para el enano de RiBer.

La gran alegría de pasar a una final –después de 20 años (la anterior fue ante Cruzeiro en 1992) - no nos impide ver que nos sigue costando generar situaciones y hacer un gol, se juega al pelotazo de Saja desde su área para ver si Santander puede aguantarla y habilitar a alguien, pero jamás sale eso, y es muy poco para tenerlo como argumento ofensivo. Pero esto es lo que tenemos, y llegar a una final, para este plantel, es casi una hazaña, sólo se explica que llegamos porque tienen la camiseta gloriosa de Racing Club en el pecho.

Festejemos mucho por esto, por dejar a River afuera y porque Racing vuelve a una final. Y como el fútbol es fútbol, el partido habrá que jugarlo, y quizás, la mística de esta camiseta que supo ganar las primeras copas cada vez que se jugaron, vuelva a acompañarnos en San Juan contra los bosteros.

Abrazo Racinguista!

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