L
a ilusión que teníamos de jugar una copa internacional duró menos que nada, una
rondita, y con un equipo argentino.
Fuimos
superados, acá y allá, no hay excusas. Se podrá decir que se lesionaron
jugadores, pero en realidad, el equipo juega MUY MAL, salvo media hora casi de
anoche, en la que se llevó por delante a Colón, con entusiasmo, después fue
superado y controlado por el rival, que con pelota al pié, fútbol simple, pasó
de ronda y nos dejó un montón de dudas.
Al
comienzo nomás, 2 minutos y Racing después de una jugada excelente de Centurión
–dejó 4 rivales en el camino- dispara y el rebote lo convierte en gol Cámpora.
Parecía que se podía, había que hacer un gol más, y Racing se quedó en eso, en
intenciones, pero no volvió a superar la defensa de Colón. Un gol de Cámpora
bien anulado, y poco más, así se fue el primer tiempo.
Colón
empezó a manejar el juego, y dominó todo el segundo tiempo, con toques cortos
en el medio campo, que habilitaban a los delanteros y llevaban peligro a De
Olivera, y no tardó en llegar el empate, después de un pase perfecto entre
líneas puesto por Moreno y Fabianesi, Gigliotti, con todo el tiempo que
necesitó para acomodarse, miró donde estaba el arquero, eligió donde iba a
disparar y definió tranquilamente. Empate 1 a 1 y ya muy difícil todo, más que
nada por la falta de fútbol de Racing, que no volvió a agarrar la pelota nunca
más, esta fue patrimonio de Colón, que la trató como se debe, no con pelotazos
sin destino.
Poco
más tardó en llegar el segundo, que sinceramente, se veía venir, y el volante
con llegada y gol que tiene Colón, Moreno y Fabianesi, dispara de fuera del
área y chau, despedida definitiva de la copa: 1-2
Racing
corre, corre y corre, juega a eso, a
correr, y así, sin agregarle fútbol, es difícil, este juego es dominio de
pelota, talento, pensar, jugar, y correr lo necesario, poniendo todo, el alma,
pero no sólo correr. Parece que estamos lejos de jugar bien, de ser un equipo,
por lo menos lo que se viene viendo últimamente, no nos da esperanzas.
Encima,
se lesiona Centurión, y vaya a saber por cuánto tiempo no regresa. Demasiado el
sacrificio que hace el pibe, con el talento natural que tiene, debería
exponerse menos físicamente y explotar sus condiciones naturales.
En definitiva, volvimos a jugar MUY MAL, aunque el DT no lo dice, no hay autocrítica, y si no la hay, será difícil encontrar soluciones.
Nos
vemos el lunes, hay que ganarle a San Martín, y hay que intentar jugar un poco
al fútbol, que de eso se trata.
Abrazo
racinguista
Carlos Procopio
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