viernes, 20 de mayo de 2016
Solo un hasta luego
Pasan los minutos y cada vez es más cercano el adios, Diego Milito jugará por última vez en el Cilindro de Avellaneda con la certeza de ocupar un lugar de privilegio en la historia del club, su club, de Racing Club.
De aquel debut en penumbras, en un club desbordado de problemas y adversidades, a este retiro lleno de luces en ese mismo club pero que ahora pisa con una fuerza que no tuvo en años mucha agua corrió bajo el puente de Milito. Campeonato en Racing, proezas sin laureles en Zaragoza, revolución en Genoa, coronacion en Milán y, de vuelta, campeonato en Racing es un fugaz pantallazo por la carrera de este enorme jugador. Pese a las variadas etapas por todo el mundo, hay algo que se repite: el recuerdo entrañable de cada club que defendio.
La única cuenta sin saldar será la Selección, increiblemente a Diego Milito le falto constancia con la albiceleste. Falta de rodaje, superestrellas en un mismo puesto, falta de prensa u oportunidades, lo cierto es que representar a su país quedará como aquello que no se pudo.
Queda poco que decir y mucho por repetir: que Milito es el mayor exponente contemporaneo de Racing Club, que fue el maximo atrifice de la mas grande proeza del Inter y que avergonzó los poderosos en el monotono fútbol español, mucho antes que Simeone, cuando le metió cuatro ¡SI CUATRO! goles al Real Madrid.
Ese chico de Bernal que quería triunfar jugando a la pelota lo consiguió y hoy, 603 partidos después y con 255 goles gritados, ese chico que se volvió leyenda dice adios al fútbol pero solo hasta luego a su amado Racing Club.
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