Simeone no se
presentó a la conferencia y avisó que no hablará en toda la semana. Antes, se
había ido de la cancha haciendo gestos...
El Cholo juntó las yemas de sus dedos e hizo un ademán mirando a
la popular local. No emitió palabra alguna, pero sus muecas dejaron todo claro.
“Qué quieren que haga”, pareció decir, molesto por la reprobación hacia su
persona y por otro mal partido de su equipo. El técnico apeló a la misma figura
con la que había criticado, una semana atrás, a Boca: la del silencio. Se fue
rápido hacia el vestuario, no esperó a sus jugadores, suspendió la conferencia
post partido y ya avisó que no tendrá contacto con la prensa durante toda la
semana. Justo en este clima caliente luego del escándalo mediático de Teo y del
cual aún no emitió opinión. Extraño para el líder de un grupo.
El malestar que los hinchas tienen con Simeone, más allá del
invicto que recién ayer perdió. Es por sus planteos mezquinos en el transcurrir
del Apertura y algunos cambios que no encontraron sustento en el desarrollo del
partido. Apenas finalizado, el DT fue quien se llevó insultos tan o más fuertes
que los que recibieron los jugadores. Con un invicto que sólo encuentra
justificación en la enorme figura de Saja, su Racing nunca jugó acorde a un
contendiente serio para Boca y muchas veces pareció conformarse con empates
que, en la popular, sabían a poco. Ayer, el malestar llegó al punto más alto
cuando sacó a Toranzo y puso a Cellerino. Como si acumular delanteros garantizara
atacar más... Además, su relación con el plantel es distante y su imagen sufrió
un traspié al darle licencias a Teo y no a otros compañeros.
El presidente Rodolfo Molina, si bien admitió que los procesos
dependen de los resultados, asegura que el Cholo seguirá más allá de diciembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario